Undercurrent, la corriente que arrastra el pasado.

La joven Kanae regentaba un balneario con su marido, que un mal día desapareció sin dejar rastro y sin previo aviso. Años más tarde, Kanae no sabe qué hacer,  siente que no debe abandonar el balneario en el que tanto ha invertido, a pesar de la soledad que siente, consciente de que ha sido abandonada.

Así, decide contratar a un ayudante con el que entablará una estrecha relación y podrá seguir adelante su vida en el balneario…

Al igual que nuestra protagonista, tengo sentimientos encontrados con respecto a Undercurrent. ¿Quizá porque tenía demasiadas expectativas y lo he valorado de otra forma? Puede ser.

La languidez, el pesimismo y el hastío pueblan las páginas de este manga, haciendo que su lectura te arrastre como una corriente marina, provocando en el lector los mismos sentimientos, Resulta fácil verlo todo desde la perspectiva de Kanae, ella misma define muy bien lo que piensa y siente, a veces sin decir nada, sólo con un par de gestos o miradas.

¿Quiere decir esto que el dibujo es expresivo? Lo es. ¿Quiere decir que me gusta? Pues honestamente no demasiado, me parece bastante plano y “monótono”, no sé cómo explicarlo. Es un dibujo que no tiene nada característico y que, aún con esas, resulta realista, algo que, por otro lado, es lo que necesita esta clase de historias, pero a mí no me ha gustado demasiado.

Quizá me he dejado llevar demasiado por el propio decaimiento de Kanae, porque tras finalizar su lectura, no he sentido ni pena, ni alegría, ni nada. Me he dejado un poco como estaba. Esto no quiere decir que haya sido una mala lectura, pero es verdad que no me provocó las mismas sensaciones que otros tomos como Hideout o Los Dioses Mienten.

Además, tengo que poner otra pequeña pega al tomo, y es que para mí gusto las cosas se resuelven muy atropelladamente en los dos capítulos finales, dejando cierta sensación de apuro en el lector. Podían haberse dosificado un poco más las respuestas, y más en un tomo de 300 páginas, en lugar de soltarlo todo así. Agradezco que se aten todos los cabos, pero podría haberse llevado mejor narrativamente hablando.

En definitiva, Undercurrent no es una mala lectura, en absoluto, pero para mí dista un poco de otras cosas mucho mejores que nos ha traído la propia editorial.